Es alentador el apoyo que el Ejecutivo viene dando a la producción y comercialización de biocombustibles en el mercado interno. Aparte de reducir los graves niveles de contaminación ambiental, pueden generar ingentes divisas al país gracias a la exportación.Es una buena noticia que se haya elaborado un reglamento para los llamados combustibles limpios. Lo medular, sin embargo, es que estas normas sean aprobadas por el Consejo de Ministros, incluido el MEF, para eliminar el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) al etanol, producido a partir de la caña de azúcar y que se piensa introducir como componente en las gasolinas.Brasil, que hace 30 años apostó por producir etanol, no solo ha logrado sustituir el 45% de su consumo de gasolina, sino que , con EE.UU. ,tiene en sus manos el 70% de la producción mundial. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante el enorme potencial de energía, que permitiría el despegue de muchas regiones agrícolas y nos haría menos dependientes del petróleo. Hay que dar incentivos tributarios a la producción de etanol, lo que no implica exonerar sino liberarlo de la afectación del ISC.(Edición sábado).