EL ETERNO PROBLEMA DE LOS BALONES
26 de febrero de 2007

Hace tres semanas el Ministerio de Energía y Minas, a través de la Dirección General de Hidrocarburos, convocó a los representantes de los envasadores a una reunión con la finalidad de discutir sobre las normas de cilindros de gas licuado de petróleo (GLP). La cita reunió a viejos contrincantes: de un lado a la Asociación de Gas LP (AGLP) y a la Corporación de Envasadores de GLP (CEGLP), y de otro a la Sociedad Nacional de Gas (SNG) y a la Asociación de Empresas Envasadoras de Gas (Aseeg).Tras la reunión, un funcionario del ministerio calificó la situación del sector como delicada, principalmente porque no se había llegado a un acuerdo sobre cuál debe ser la política a aplicar en el manejo de los envases de GLP, más conocidos como balones. En el mercado circulan dos tipos de envases: uno en libras y otro en kilos. Los primeros son el resultado de una herencia de los tiempos en que el Estado era el principal actor del mercado. Tras la privatización del sector en 1994, se dividió la responsabilidad del cuidado y mantenimiento de los balones a cada empresa, según su participación de mercado. Mientras tanto, el mercado de balones en kilos se creó con la inversión de las propias empresas a partir de ese año. El problema con los balones en libras es que, por su antigüedad, son cada vez más inseguros, razón por la cual se cree conveniente empezar cuanto antes a reemplazarlos. Se estima que se trataría de más del 37,5% del mercado de balones, un total de 2,5 millones de unidades.