Ana Bravo no ocultaba su emoción. Parecía una alumna que acababa de recibir un 20 como nota, aunque lo que lucía en su pecho era la distinción Orden al Mérito por Servicios Distinguidos, entregada en Palacio de Gobierno nada menos que por el presidente Alan García por obtener, junto con otros ocho profesores, las notas más altas en la evaluación censal de docentes realizada en enero último. A través de ellos, el jefe del Estado expresó su agradecimiento y felicitación a los más de 174.000 profesores que rindieron la prueba. "Es un aliento, un acicate, un estímulo para distinguirlos en nombre de la nación", explicó el mandatario.Todos los profesores que recibieron la orden al mérito vienen del interior del país. Solo uno de ellos estudió en una universidad, el resto en institutos pedagógicos.Las sonrisas y los abrazos dieron paso a rostros más serios mientras el ministro de Educación, José Antonio Chang, desgranaba, uno por uno, los resultados de la evaluación docente. Lo primero que quedó en claro fue que los docentes peruanos tienen que desempolvar con urgencia sus libros de Baldor y repasar las tablas aritméticas: el 46,8% de los más de 174.000 maestros examinados no alcanza a realizar cálculos aritméticos simples y tampoco reproduce procedimientos rutinarios cortos, según informó el ministro Chang. Solo el 1,3% logró el nivel máximo (III) en razonamiento lógico-matemático. En Inicial y Primaria, el asunto es peor: el 0,4% y 0,5%, respectivamente, alcanzan dicho nivel. (Edición sábado).