En lo que podría considerarse como un mea culpa, la empresa Automotores Gildmeister decidió separar a los empleados involucrados en la venta irregular de los 469 patrulleros al Ministerio del Interior. A través de un comunicado remitido al presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso, Edgar Reymundo, la empresa señala que "por encargo de nuestros accionistas, en aras de la transparencia y el buen nombre de nuestro grupo empresarial, hemos separado de sus cargos al gerente general (Jaime Eyzaguirre), y al gerente de Administración y Finanzas (José Domingo Cariola)". En ese sentido, el apoderado de la empresa, Carlos Enrique Mendoza, solicitó disponer la reprogramación de la diligencia, la que calificaron de "precipitada".Al respecto, el presidente de este grupo de trabajo, Edmundo Mercado, sostuvo que la inasistencia de los funcionarios, ayer, es una "acción deliberada para enturbiar la investigación".