Como toda la población, los empresarios también están a la espera del final de la revuelta organizada por Antauro Humala. Para ellos, este conflicto es estrictamente político y cuánto más rápido el Gobierno lo solucione, menores serán las consecuencias que tendrá."Lamentamos estos sucesos por la pérdida de vidas. La responsabilidad penal que tiene este movimiento es muy grande y el Gobierno debe resolver este problema y sancionar a los culpables con todo el peso de la ley. Si el Gobierno toma una decisión firme y rápida, entonces no se ahuyentarán las inversiones, pero si titubea, entonces sí puede esperarse consecuencias negativas", sostuvo el presidente de la Asociación de Empresas Privadas de Servicios Públicos, Arturo Woodman."Con revolución no se trae riqueza, y oponerse a la inversión, como ha sucedido en Cajamarca, Tambogrande y Las Bambas, sólo agrava la pobreza", agregó.Por su parte, el presidente de la Confederación de Instituciones Empresariales Privadas, Leopoldo Scheelje, manifestó que los empresarios están conscientes del grado de pobreza en el país, pero también están convencidos de que la única forma de resolver ese problema pasa por la inversión, lo cual, apuntó, no se consigue con un ambiente de intranquilidad y violación del estado de derecho.