Temprano, muy temprano, el presidente Alan García mostró ayer, sorpresivamente, su disposición a que la ministra del Interior, Pilar Mazzetti, sea interpelada en el Congreso, con el riesgo de que pudiera ser censurada. Por la tarde, como si se hubiera dado una conexión de células cerebrales, la presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas, y el vocero de la bancada aprista, Javier Velásquez Quesquén, coincidieron con el jefe del Estado en que Mazzetti (neuróloga independiente sin carnet del partido de la estrella) debe responder al pleno del Congreso sobre las denuncias de irregularidades en la compra de 469 patrulleros para la Policía Nacional del Perú. "Tendrán que interpelarla y eso me parece bien. Finalmente, ese es un derecho que tienen los parlamentarios de interpelar, censurar y no seré yo quien les niegue ese derecho", manifestó García luego de inspeccionar el avión presidencial en la Base Aérea de Las Palmas. Velásquez Quesquén fue práctico al revelar que la célula parlamentaria aprista no se opondrá a una interpelación si esta tiene que ver con compras o procedimientos irregulares.