La lluvia de críticas que recibió el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) parece haber causado efectos rápidos. El jefe de esta instancia, Miguel Prialé, aseguró que no solo se están volcando todos los esfuerzos para que sea totalmente descentralizado, sino que también se pretende que sea más ágil y flexible.No obstante, recalcó que su función principal es actuar como "control de calidad" para todos los proyectos, y coincidió con el ministro de Economía, Luis Carranza, en que no es una traba para la inversión pública."Las oficinas descentralizadas van a ser mucho más ágiles en la aprobación de los proyectos porque ya no tienen que pasar por ningún ministerio, ni por el de Economía. Las aprobaciones serán ahora en los municipios y en cada región", especificó.