El día recién arrancaba y el presidente Alan García no pudo encontrar un lugar más aparente para lanzar el enésimo anuncio de su gestión: la venta del denostado avión presidencial.Casi con un pie en la aeronave comercial que lo llevaría a Trujillo, el jefe del Estado 'madrugó' a la prensa que lo rodeaba en el aeropuerto Jorge Chávez y avisó que al avión presidencial le colgará el cartelito de En venta, debido a que representa un símbolo de frivolidad y a que genera enormes gastos al país."Voy a proponer la venta de esta nave, que fue mal comprada por uno --el dardo viajó hasta Santiago-- y mal utilizada por otro --el misil llegó hasta EE.UU.--, debemos salir de este círculo de frivolidad", señaló García.Acto seguido, soltó sus cifras. Que cada hora de vuelo en el avión presidencial cuesta 5.900 dólares, que costó más de 25 millones de dólares, que hay que añadir el desembolso de 29 millones más por mantenimiento, gasolina y respuestos en los últimos años, que aterrizó 97 veces en Piura durante el quinquenio de Alejandro Toledo, antes de que un helicóptero lo trasladase a Punta Sal. (Edición sábado).