El presidente Alan García no estuvo muy distante de lo que planteó el jueves el secretario general del APRA, Mauricio Mulder, en el sentido que los militantes del partido de gobierno deben tener mayor presencia en el Estado, sobre todo en los puestos clave.Desde Trujillo, AGP señaló que debe haber cambios en los empleados de confianza del aparato público "que se han entornillado en sus puestos" y que de alguna manera son los que transmiten inmediatamente la orientación ideológica del régimen. Sin embargo, dejó claro que no quieren copar el Estado. El APRA -señaló- no ha llegado al gobierno para despedir de sus puestos de trabajo a los que no son militantes y reemplazarlos por apristas. "El gobierno es aprista pero no es para los apristas", puntualizó. Añadió que hay que ser sensatos y claros, pues uno puede aspirar a tener el número de cargos de acuerdo con el porcentaje electoral obtenido, pero no hay que sobrepasar el límite. (Edición sábado).
- [Correo,Pág. 2] /