El Gobierno de Bolivia y la empresa suiza Glencore tienen 12 meses para pactar una solución al conflicto abierto tras la nacionalización de la planta de fundición de Vinto, antes de que el Ejecutivo helvético recurra al arbitraje internacional.Según el acuerdo bilateral firmado por los dos países en 1991 para la protección de inversiones, al que tuvo acceso EFE, cualquier conflicto entre ambos países en ese ámbito debe tratar de solucionarse de forma pactada.De no ser posible en un plazo máximo de doce meses, se recurrirá al Centro Internacional de Arbitraje para el Arreglo de Diferencias Recíprocas Relativas a la Inversión" (CIADI), un organismo del Banco Mundial, para que dirima el litigio.