Parece que Cupido también hizo de las suyas en el Hall de los Pasos Perdidos del Congreso y logró lo que hasta hace poco parecía imposible: que sindicatos y empresarios decidan volver a sentarse en una mesa de negociación para discutir los puntos no consensuados del anteproyecto de la ley general del trabajo. Aprovechando una conversación informal, minutos antes de que se iniciara la audiencia pública convocada por la Comisión de Trabajo, el presidente de la Confiep, José Miguel Morales, le planteó al líder de la CGTP, Mario Huamán, la posibilidad de discutir nuevamente los artículos más polémicos del anteproyecto, los que, ante la falta de consenso, debieron ser definidos por el grupo de trabajo que preside Aldo Estrada con un claro sesgo pro trabajador.