Hoy es un día importante, y no me refiero precisamente al Día de San Valentín, sino al inicio de las audiencias públicas para buscar un consenso real entre trabajadores y empleadores de manera que podamos superar los obstáculos que nos impiden contar con una ley general del trabajo.En las últimas semanas se ha dicho mucho sobre el tema y como es lógico las partes interesadas tratamos de destacar nuestros puntos de vista. Sin embargo, lo importante es que en esos debates --la mayor parte realizados en medios de comunicación-- los trabajadores y empleadores nos hemos percatado de que tenemos algunos puntos de coincidencia en nuestras posiciones. ¿Y cómo es que llegamos a ello? Pues realizando un debate técnico, fuera de la arena política y pensando en el bienestar de la principal fuerza laboral de nuestro país que son los jóvenes, así como de los cientos de peruanos que quieren hacer empresa para generar trabajo.Teniendo en cuenta esa situación es que considero que las audiencias públicas que hoy se inician nos pueden conducir por fin al consenso que hemos buscado durante los últimos cuatro años sin mayor éxito. Creo que con buena voluntad, disposición y una mente abierta, podremos encontrar ese punto medio que necesita la norma, de manera que no lleguemos al extremo de revivir leyes obsoletas o pasar a un liberalismo total que solo conlleve al desamparo de nuestros trabajadores. Ambos extremos son dañinos, para las personas, paras las empresas y para la sociedad. Esa lección la hemos aprendido en exceso y no la vamos a repetir.El Perú requiere de una ley motivadora, flexible, moderna, que permita que ese 95% de peruanos que hoy trabajan sin alguna protección puedan tener un respaldo sobre todo en la salud y contra el desempleo. Si el intercambio de propuestas técnicas se centra en estos pilares los resultados serán satisfactorios para todos.Finalmente, me parece importante destacar que parte de las audiencias se realicen en el interior del país, en donde la realidad laboral es muy diferente a la que se presenta en la capital. Uno de los objetivos del actual gobierno es apuntalar la descentralización del país y para ello tenemos que escuchar sus problemas de manera que no elaboremos leyes que pueden ser precisas para Lima, pero un cuento de hadas para las provincias. Esa situación debe de cambiar, señala Eduardo Farah, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias.