Las disputas al interior del movimiento nacional cocalero tienen que ver con los proyectos políticos de sus protagonistas. Las cuatro cabezas visibles de este sector social, Nelson Palomino, Nancy Obregón, Elsa Malpartida e Iburcio Morales, han logrado en 2006 su cuota de poder y están dispuestos a defenderla a toda costa.La mejor prueba son los recientes ataques entre los tres primeros dirigentes, que incluso llevaron a Obregón a decirle a Palomino, con sincero despecho, que "la traición se paga con la muerte" por haber señalado que ni ella ni Malpartida representaban a los cocaleros en el Congreso y el Parlamento Andino en las filas del partido de Ollanta Humala, PNP. "Palomino tiene ambiciones políticas desmedidas. No tolera competencia", dice el ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi.