En la triple frontera entre Perú, Brasil y Colombia, el narcotráfico, la minería de oro ilegal, la tala de bosques y las bandas criminales han puesto en peligro esa región de selva tropical que rebosa de vida silvestre y recursos naturales.Es sin duda un foco de actividad ilícita. Mafias internaciones con sicarios a sus servicios talan bosques para cultivar coca, abrir pistas clandestinas y construir campamentos con laboratorios para transformar la cocaína.Cada vez más, estas redes se están diversificando hacia el narcotráfico y la extracción de oro, en parte porque estas actividades les permiten blanquear dinero proveniente del tráfico de cocaína.