Por César Gutiérrez Peña.Reiterando una práctica consuetudinaria del sector energía que viene desde hace 22 años, la reglamentación de leyes tarda más de lo debido o pasa al olvido. Ocurrió en el 2003 con la Ley de Promoción de Biocombustibles (Ley 28054), que demoró 2 años en reglamentarse, con dos enmiendas en el camino (años 2007 y 2008), para recién ponerse en práctica en el 2009, seis años después de promulgada la ley. También ha ocurrido con la Ley de Generación Eficiente del Mercado Eléctrico (Ley 28832), publicada en julio del 2006, donde la octava disposición complementaria final estableció que se dictarían medidas para la promoción de la generación distribuida (producción de electricidad en las redes de distribución). Han pasado 19 años y del reglamento ya no se habla, está en el olvido absoluto.La interrogante es: ¿por qué ocurren estas cosas? La respuesta sin dudas ni murmuraciones es: porque tenemos autoridades que no quieren colisionar con grupos de interés, en general no hay "funcionarios comprometidos con el país". Suena a frase contestataria setentera, pero es la realidad.En el 2025, que ya se acaba, se han quedado en el tintero el reglamento de dos leyes: la 32249, publicada en enero y que tiene que ver con la promoción de generación eléctrica con recursos energéticos renovables (RER), y la Ley 32276, publicada en abril pasado, que pretende reactivar la ley de promoción de biocombustibles luego de 22 años de abandono.