"El cargo que asumo es difícil y complejo". Eso fue lo primero que atinó a decir ayer el nuevo presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Benedicto Jiménez, quien asume el cargo en reemplazo de la renunciante Rosa Mavila.El ex candidato del Apra a la Alcaldía de Lima señaló que una de sus primeras medidas será realizar "un profundo diagnóstico de inteligencia", para acabar de inmediato con las cárceles doradas y con los crímenes que desde ellas se planifican.Fiel a la imagen de 'sheriff' que proyectó durante la campaña edilicia, señaló que aplicará estrictamente las normas del INPE y que no permitirá ningún tipo de privilegios materiales para los presos.(Edición sábado).