El crecimiento y desarrollo económico de una nación se sustenta en la energía, puesto que mueve todo el sistema productivo y es parte fundamental del costo de vida de todos los ciudadanos. La energía hace posible el transporte de alimentos, la extracción de minerales, el movimiento de la maquinaria industrial, el traslado de personas a sus centros de trabajo, estudio o de vacaciones; todo se mueve a base de energía. El consumo energético mundial en el 2024 provino principalmente de los combustibles fósiles: en primer lugar, el petróleo, con el 34%; seguido del carbón (28%) y el gas natural (25%).