La ley de facilitación de comercio exterior, aprobada por el Congreso de la República y que aún espera ser vista por el Ejecutivo, sigue generando controversia entre quienes señalan que dicha norma debe ser observada y corregida, y quienes consideran que su contenido es el adecuado.Una de las principales críticas a la ley es que no permite la libertad de contratación al importador para elegir el terminal al que debe llegar su carga. Sin embargo, en opinión de José Chlimper, presidente de Sociedad Agrícola Drokasa, tal libertad sí existe. Explicó que en el transporte de carga, las líneas aéreas son las responsables internacionales de esa carga desde que sale del punto de origen hasta que llega a su destino y se entrega, lo cual está establecido por convenios internacionales. Por esa razón, las líneas aéreas contratan sus propios terminales para asegurarse de que el producto no corra ningún riesgo.(Edición sábado).