Por César Gutiérrez Peña.Hace meses que Iquitos viene padeciendo apagones, ante la indolencia de las autoridades capitalinas que tienen a cargo las decisiones de inversión en la concesionaria de la zona, Electro Oriente (ELOR), cuya titularidad de acciones la tiene el holding estatal Fonafe, presidido por el titular de turno de la cartera de Economía y Finanzas (MEF).La historia del desmanejo es de larga data, y en el 2013 se tomaron decisiones que estaban en el sentido correcto: contratar producción de un tercero privado con contrato a 20 años, adquirir unidades de generación propia para ELOR, que tenía un parque instalado antiguo, y la más importante, la interconexión de Iquitos al Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN).El suministro se contrató a la brasileña Genrent, que se comprometió a abastecer en forma continua 50 megavatios (MW), que era el 100 % de la demanda en el 2013, y a partir de la interconexión al SEIN (prevista para el 2020), se convertiría en reserva de 86 MW.