Por José Deustua, especialista en innovación y startups.La semana pasada se llevó a cabo el Segundo Simposio Internacional de Pasivos Ambientales y Cierre de Minas (PACMIN 2025), que dejó un mensaje clave: el Perú debe colocar la gestión responsable de pasivos ambientales y una nueva visión del cierre de minas en el centro de la agenda nacional de sostenibilidad. No como una obligación regulatoria ni como un trámite al final de la vida útil de una operación, sino como una oportunidad estratégica para construir el futuro de la minería peruana con innovación y visión de largo plazo.Este mensaje coincide con una tendencia global en aceleración: las soluciones basadas en naturaleza (SBN); intervenciones que aprovechan procesos naturales y organismos vivos para enfrentar desafíos ambientales de forma más sostenible y eficiente que la ingeniería tradicional. Dentro de este enfoque, la biotecnología destaca como una de las herramientas con mayor potencial para transformar la gestión de pasivos y el cierre de minas. Las SBN son especialmente relevantes para el Perú gracias a su biodiversidad excepcional -incluida una notable riqueza microbiana adaptada a ambientes metalotolerantes- y al elevado número de pasivos ambientales que requieren soluciones capaces de regenerar ecosistemas y asegurar estabilidad a largo plazo. Las SBN permiten justamente eso: trabajar con la naturaleza para mejorar la estabilidad física, hidrológica y, sobre todo, la estabilidad química, uno de los componentes más críticos del cierre de minas.