El expresidente Martín Vizcarra llegó el viernes pasado a Moquegua, su tierra natal, como queriendo borrar sus pasos y huellas antes de enfrentar -este 26 de noviembre- una posible condena de 15 años de prisión por el presunto delito de cohecho pasivo propio, cometido durante su gestión como gobernador regional (2011-2016).La excusa fue la inauguración del local partidario de Perú Primero, su agrupación política, en una casona heredada de su padre, César Vizcarra Vargas, ubicada en la céntrica calle Moquegua, en la ciudad conocida por sus paltas y buen vino.El evento reunió a decenas de trabajadores de la región y a la plana mayor del Gobierno Regional que lidera Gilia Gutiérrez, reconocida como vizcarrista.Entre los asistentes destacaron funcionarios y aspirantes al Congreso y a las alcaldías por Perú Primero, quienes se encargaron de animar una jornada más festiva que política.