La tarde del pasado 3 de noviembre, Valery Barreto Maldonado, expresidente de la comunidad nativa de Alvarenga, fue detenido y recluido en la comisaría de Santa María del Alto Nanay a la espera de ser trasladado a Iquitos para que responda por el delito de financiamiento ilegal de la minería. Pero, en menos de una hora, Valery Barreto fue liberado.El suboficial Fababa Isuiza, a cargo de la sede policial, adujo en un documento que la diligencia fue impedida por la presencia de 200 manifestantes, los cuales podían generar disturbios y "poner en riesgo la seguridad de la población y del personal policial".No era la primera vez que Barreto eludía la justicia. Desde hace más de dos años, las autoridades no han logrado detenerlo porque vive protegido en Alvarenga, una comunidad creada por su familia en medio de la selva y que ahora es el epicentro de la minería ilegal.Desde el 2017, los habitantes de Alvarenga conviven y trabajan con mineros ilegales colombianos y peruanos cuyas dragas remueven el fondo del río Nanay para extraer el oro ayudados por el mercurio, sustancia contaminante.Además de recibir de los mineros una suerte de impuesto por operar en los alrededores de Alvarenga, los habitantes también se esfuerzan para suministrar los insumos para la minería.(Edición domingo).