La experiencia de Olmos evidencia los costos de no anticipar el vencimiento de una concesión. Tras culminar el contrato del trasvase y la operación de la presa -antes a cargo de Novonor-, la gestión pasó al Proyecto Especial Olmos Tinajones (PEOT), que ahora debe financiar con recursos públicos la descolmatación del embalse.Con un presupuesto anual cercano a S/290 millones, del cual más del 60% ya está comprometido a sostener la infraestructura existente, el PEOT dispone de un margen limitado para asumir estas labores, que requieren recursos adicionales. A ello se suma que ampliar la capacidad de la presa -clave para asegurar el riego y evitar pérdidas agrícolas- demanda entre US$250 millones y US$300 millones, de tres a cuatro veces su presupuesto anual. Aunque ProInversión evalúa una nueva licitación, esta podría tardar al menos dos años. De haberse planificado con anticipación, esta situación se habría evitado.Casos como el de Olmos podrían repetirse en los próximos 10 años, período en el que está previsto el vencimiento de 28 contratos de concesión, cerca de un tercio del total de concesiones, principalmente en los sectores de transporte, electricidad, gas natural y saneamiento. Cuatro de ellas concentran compromisos públicos por US$3.000 millones. Sin un marco claro para gestionar estas transiciones, aumenta el riesgo de interrupciones en servicios esenciales.