La designación del nuevo directorio de Petroperú abre una oportunidad para que la empresa sincere su situación y permita al Estado tomar una decisión sobre su futuro. Más que Petroperú, la salud fiscal de nuestro país está en juego.El fin de semana, la Junta Universal de Accionistas, integrada por el Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio de Economía y Finanzas, confirmó el nombramiento de Luis Alberto Canales Gálvez como presidente de la petrolera, acompañado por Elba Rosa Rojas Álvarez de Mares, Jesús Valentín Ramírez Gutiérrez y Óscar Gerardo Zapata Alcázar. Según los especialistas, la expectativa es que sus primeras decisiones permitan aclarar la situación financiera y operativa de la estatal.Señalan que el principal desafío del directorio será transparentar la información real de la compañía. Consideran indispensable marcar distancia con la gestión previa y exponer con claridad el estado de las operaciones, los requerimientos de liquidez de los próximos meses y las pérdidas proyectadas para el año. Esa señal inicial permitiría establecer un punto de partida para evaluar alternativas de reestructuración y recuperar la confianza de actores públicos y privados.