El inicio de campaña de Keiko Fujimori (Fuerza Popular) y Rafael López Aliaga (Renovación Popular) en Trujillo no es una coincidencia. La presencia de ambos precandidatos presidenciales apunta a lo mismo: consolidar el voto duro en el norte que apuesta por la "derecha popular", y que puede ser clave para el pase a segunda vuelta y superar la valla electoral.Salvo Cajamarca, las demás regiones de la macrozona norte han sido sólidas en sus preferencias electorales, especialmente inclinadas hacia el fujimorismo. En las primeras vueltas de los últimos tres procesos electorales (2011, 2016 y 2021), Keiko Fujimori quedó primera en Piura, Tumbes, Lambayeque y La Libertad (la única excepción fue en el 2021, donde César Acuña desplazó a Fujimori al segundo lugar).Entre el 2011 y el 2026, los votos fujimoristas oscilaron entre 20% y 30% (con algunos picos de 40% en Tumbes, aunque es una región pequeña). Hacia el 2021, Fujimori llegó más desgastada, con lo que su caudal electoral no superó el 12% respecto del total de electores (nuevamente, con excepción de Tumbes).