Por varios días se especuló sobre la decisión del Gobierno Peruano respecto de la posibilidad de otorgarle un salvoconducto a la expresidenta del Consejo de Ministros Betssy Chávez. Como se sabe, tras un período en prisión preventiva por su participación en el fallido golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, Chávez fue puesta en libertad por un error de la fiscalía y -al poco tiempo- se refugió en la Embajada de México. El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum decidió otorgarle asilo a la investigada, lo que motivó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países. La solicitud de salvoconducto -para que Chávez pueda abandonar la embajada y dirigirse al aeropuerto sin ser detenida- ponía al gobierno del presidente José Jerí en un trance diplomático complicado. La cancillería, sin embargo, ha reaccionado con propiedad. (Edición domingo).