La reyerta ocurrida el domingo en el penal Castro Castro duró aproximadamente 40 minutos, pero hasta la tarde de ayer la tensión mantuvo en vilo a la jefa del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Rosa Mavila; a la ministra del Interior, Pilar Mazzetti, y a la titular de Justicia, María Zavala. Lejos de buscar una solución al desgobierno y a la corrupción que imperan en las cárceles, Mavila y Mazzetti se enfrentaron. Finalmente, la primera presentó su renuncia irrevocable. La razón: una supuesta falta de apoyo e intentos de callarla. Antes de dejar el cargo, denunció una serie de irregularidades graves en Castro Castro, en una especie de desquite por el cargamontón que en la víspera le hicieran la ministra Mazzetti y la Policía.