No importa si estás prófugo, inhabilitado o, incluso, en prisión; en Perú igual puedes postular a la presidencia o a la vicepresidencia de la república. Las reglas electorales parecen ser más una sugerencia que una obligación y algunos aspirantes a Palacio de Gobierno consideran con sus acciones que las leyes no están hechas para cumplirse, sino para sacarles la vuelta.El último ejemplo de esta deplorable práctica lo protagoniza Vladimir Cerrón. Su partido político, Perú Libre, lo anunció como candidato al sillón de Pizarro a pesar de que está prófugo de la justicia desde hace casi 760 días, tras dictarse una orden de prisión preventiva en su contra en octubre de 2023. La justicia lo acusa del delito de colusión agravada por el caso Aeródromo Wanka, y el Ministerio del Interior ofrece una recompensa de S/500,000 a quien brinde información que permita dar con su paradero.