El gas natural licuado (GNL) despierta el interés de transportistas e industrias como alternativa al diésel, combustible más caro y contaminante. Y este afán no ha pasado desapercibido por las empresas de energía.Es el caso de Solgas, tradicional comercializador de GLP que unos meses atrás se sumó al negocio de GNL con muchas expectativas.De hecho, la firma peruana acaba de suscribir cuatro contratos para suministrar este combustible a grifos y busca llegar a diez "en el transcurso de los siguientes 12 meses", señala su gerente general, Mario Matuk."Nosotros esperamos que este negocio adicione un 10% o 12% de facturación a la compañía", detalla el empresario.