LAS RESPUESTAS DEBEN SER AHORA
29 de octubre de 2025

Por César Ipenza, miembro del Observatorio de Minería Ilegal (OMI).El Convenio de Minamata sobre el Mercurio entró en vigor en el 2017, y constituye una respuesta mundial a fin de proteger la salud humana y el ambiente frente a las emisiones y liberaciones de mercurio y sus compuestos. Busca proteger especialmente a las poblaciones más vulnerables, como los pueblos indígenas, las mujeres, los niños y las generaciones futuras. Más allá de la relevancia inherente al cumplimiento de los compromisos internacionales en el marco del convenio, los países también necesitan medidas nacionales conducentes a atender su propia realidad. Los países miembros de este convenio, que suman 140, se reunirán en la Sexta Conferencia de las Partes-COP en Ginebra (Suiza), del 3 al 7 de noviembre, para evaluar sus avances y retos, pero la cita sobre todo debe servir para dos acciones prioritarias.Primero: mejorar el mandato y fortalecer el rol de este instrumento como, por ejemplo, reformar el texto del convenio con el objetivo de prohibir a nivel global el uso y comercio de este insumo, uno de los más peligrosos y ampliamente utilizado en la minería de oro de pequeña escala.Segundo: solicitar al comité de aplicación y cumplimiento del convenio que promueva la implementación y supervise sus disposiciones. Esto significa que no solo debe identificar las fuentes de uso del mercurio, sino que también formule recomendaciones que permitan a los países cumplir de manera más rápida y eficaz sus obligaciones frente a los riesgos asociados a este metal.