Por María Julia Aybar, senior VP Country Manager de Hunt Oil.La semana pasada se llevó a cabo el quinto Foro Internacional de GNL Global, que por primera vez se realizó en el Perú. El objetivo del foro era hablar sobre la industria del gas natural licuado, sin embargo, un concepto que resonó con fuerza durante los días que duró el evento fue: predictibilidad.En el sector hidrocarburos, donde las inversiones son millonarias y los riesgos los asume la empresa privada, la predictibilidad no es un lujo: es una necesidad. Es el pilar que sostiene la confianza empresarial dado que permite planificar inversiones que requieren un largo plazo de recuperación. La falta de predictibilidad simplemente desincentiva este tipo de inversiones, mientras que su fortalecimiento puede reactivarla posicionando a la industria como motor económico de crecimiento y desarrollo. Tener reglas claras, estabilidad institucional y seguridad jurídica es fundamental para que las empresas tomen decisiones de inversión mirando a largo plazo.Los valores de nuestra organización: respeto, humildad, comunidad, trabajo en equipo y creatividad, no son solo parte de nuestra cultura corporativa, son la base que nos impulsa a actuar con integridad, a escuchar con empatía y a construir relaciones sólidas basadas en la confianza.La predictibilidad nos permite invertir no solo en nuestras operaciones, haciéndolas más confiables y eficientes, sino también en programas sociales sostenibles que además de generar crecimiento y desarrollo en las comunidades donde operamos, también transforman vidas. Cuando sabemos que contamos con un entorno estable, podemos diseñar iniciativas con visión de futuro, que respondan a las necesidades reales de las comunidades y que generen impacto duradero. El desarrollo no se logra con acciones aisladas, sino con proyectos sostenibles que se construyen en el tiempo, con diálogo, compromiso y respeto mutuo.