Además de las calles, las cárceles del país, en particular las más grandes y sobrepobladas, conforman el otro escenario en el que las autoridades deben librar la lucha contra el crimen organizado y la inseguridad ciudadana, que representan los mayores problemas que preocupan a la població.En este contexto, el Gobierno de transición ha reafirmado que una de sus prioridades es la lucha contra las bandas criminales, además de garantizar elecciones transparentes y promover mayores inversiones.No obstante, la realidad de los penales es más compleja de lo que parece. No solo están sobrepobladas en 147% -tienen capacidad para 41 mil presos y acogen a más de 103 mil-, sino, paradójicamente, alojan a más sentenciado o procesados por delitos menores, que a avezados criminales responsables de extorsión, secuestro o sicariato.(Edición domingo).