Por Valia Barack Pastor, miembro del Comité de Comunicaciones SPH.En tiempos donde la transición energética marca la agenda global, los hidrocarburos siguen siendo protagonistas. Pero no como antes. Hoy, su rol se redefine desde la innovación, la sostenibilidad y, sobre todo, desde el vínculo genuino con las comunidades.En Perú, el gas natural -principal hidrocarburo de la región- ha demostrado ser un motor de transformación. A través de proyectos como Camisea y PERU LNG, se ha logrado masificar su uso, reducir costos energéticos y fortalecer la seguridad energética nacional. La incorporación de tecnologías limpias en la exploración y explotación ha permitido minimizar impactos ambientales, optimizar procesos y mejorar la eficiencia operativa.La excelencia operacional, entendida como "hacer las cosas bien", ha evolucionado de consigna interna a filosofía de gestión. Junto al desarrollo compartido, forma el eje de una gestión moderna y comprometida con las comunidades. Las empresas del sector han comprendido que operar con altos estándares de seguridad, eficiencia y respeto ambiental no solo mejora su desempeño, sino que genera confianza y valor en su entorno. En este sentido, la búsqueda constante de excelencia operacional se traduce en prácticas que optimizan el uso de recursos, reducen emisiones y fortalecen la seguridad industrial. (Edición sábado).