Un disparo en el tórax acabó con la vida de Eduardo Ruiz Sáenz, de 32 años, en la noche del último miércoles, mientras se encontraba en las inmediaciones de la plaza Francia, en el Centro de Lima, junto con un grupo de manifestantes. Las cámaras del lugar captaron el momento en el que un policía vestido de civil abre fuego contra él, lo que deja poco espacio -por no decir ninguno- para explicaciones de defensa propia. Al momento de recibir el proyectil, Ruiz no significaba amenaza alguna para el tirador. Horas después, el director general de la PNP, Óscar Arriola, confirmó la identidad del victimario: el suboficial Luis Magallanes, quien ha sido detenido, separado de su cargo y será investigado por una fiscalía común. Aquí cabe destacar la rápida reacción de la policía y la decisión de poner a disposición de las autoridades al implicado, a quien se espera que se aplique todo el peso de la ley. Y lo mismo cabe decir sobre quienes atacaron y dejaron heridos en la jornada del miércoles a más de un centenar de personas, incluyendo a manifestantes que se encuentran graves y a más de 80 policías.Esa ha sido la posición que El Comercio ha sostenido en los últimos años -que se investigue y se sancione a los responsables de las muertes y heridos en las protestas, desde las del 2020 hasta las del 2023-, pues nadie debería ver su vida en peligro por salir a marchar.