Mientras para el párroco de Quillabamba, el derrame de hidrocarburos provenientes de Camisea ha afectado en forma grave la biodiversidad en el río Urubamba, el mismo Ministerio de Energía y Minas señaló -mediante un comunicado- que gran parte de los elementos contaminantes se evaporó o se diluyó en el río.Lo cierto es que el derrame sí se produjo, tal como lo confirmó Sergio Pasavento, gerente de Operaciones de Transportadora de Gas del Perú (TGP). Sin embargo, el funcionario aseguró que el derrame del hidrocarburo fue controlado en solo siete minutos mediante una operación por aire, tierra y río que evitó la contaminación ambiental en la selva de la provincia de La Convención, Cusco. Esta versión se contrapone a la dada a conocer por el párroco Francisco Panera Gonzales quien demandó apoyo para los nativos de la zona.El percance, en el ducto que transporta hidrocarburos líquidos, se produjo a las 8:45 a.m. del último miércoles 22, a la altura del kilómetro 9, en la localidad de Túpac Amaru, distrito de Echarate.Se supo que la fuga se produjo en una quebrada a unos 400 metros del lecho del río Urubamba. El tubo que transporta el gas no ha sido afectado.Pasavento indicó que apenas se conoció el hecho, las autoridades y comunidades nativas fueron informadas a fin de realizar una evaluación hidrobiológica.