El tiempo de respuesta ante una emergencia depende de cuántos recursos están disponibles: desde el personal policial hasta una radio móvil, por ejemplo. Frente a la ola de crimen que acecha al país, una falencia en este inicio de la cadena de acciones equivale a una posibilidad perdida en la búsqueda de la estabilidad social.La atención a la señal de alarma -el primer paso del circuito que permite detectar a una fuente de delincuencia- registra en el país una brecha: en Lima y Callao, el 66% y 53% de los efectivos destacados a comisarías, respectivamente, no disponen de un equipo de comunicación operativo y propio.La cifra se acentúa en el resto del territorio nacional: más del 84% de los efectivos de las comisarías en provincias no posee un equipo asignado propio. Así lo ha recabado el Instituto de Criminología, en trabajo coordinado con el Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN), en un informe que comparte en exclusiva con Gestión.