Según la calificadora Fitch Ratings, el rápido proceso de destitución de Dina Boluarte de la presidencia pone en relieve la persistente volatilidad política del país y aumenta la imprevisibilidad de las políticas públicas con miras a las próximas elecciones de abril del 2026. Además, prevé riesgos de que las medidas populistas, a medida que el Congreso y el Ejecutivo entren en campaña electoral, compliquen los esfuerzos de consolidación fiscal, que ya enfrentan desafíos debido al débil impulso reformista y al reiterado incumplimiento de la regla fiscal.Sobre José Jerí, actual presidente del Perú, Fitch Ratings sostiene que apunta a un período de transición preelectoral en el que se espera que Jerí busque la continuidad en la gestión macroeconómica, priorizando al mismo tiempo medidas de seguridad de alto perfil, y posiblemente solicitando poderes especiales al Congreso.