En la primera marcha que enfrentó su gobierno, el presidente José Jerí le abrió las puertas de Palacio al alcalde de Pataz, Aldo Carlos Mariños.El jefe de Estado, en lugar de priorizar su tiempo para reunirse con las demás fuerzas políticas y así formar el gabinete de ancha base que el Perú necesita para contener el negocio del crimen y reactivar la economía, optó por atender la política menuda con estilo populista.Llamó la atención que Jerí transmitiera en vivo, a través de su cuenta de TikTok, el encuentro con el burgomaestre.Pero eso no fue todo: aceptó los dos pedidos de Mariños: el asfaltado de la carretera 10C y la construcción del hospital provincial para su región, temas que pudo abordar con el Gobierno Regional de La Libertad.