INVERSIONES EN PERÚ SE PARALIZAN HASTA JULIO 2026
13 de octubre de 2025

Cuando el cálculo político se impone sobre la responsabilidad, la economía paga la factura. El Perú ha ingresado a una nueva etapa de parálisis económica provocada por su propia clase dirigente. La madrugada del 10 de octubre, el país amaneció con nuevo presidente -otra vez- y con la inversión en pausa.No hay vacío de poder, pero sí un vacío de decisiones. Las empresas detienen proyectos, los inversionistas posponen desembolsos y los directorios empresariales ordenan esperar. La política se mueve; la economía se detiene.La vacancia de Dina Boluarte, aunque constitucional, fue el resultado de un Congreso que privilegió la conveniencia electoral por encima de la estabilidad nacional. Se retiró a una presidenta debilitada, pero sin ofrecer una alternativa capaz de devolver confianza.La consecuencia es inmediata: el país vuelve a quedar atrapado en la incertidumbre, una incertidumbre que -todo indica- se prolongará hasta julio de 2026, cuando un nuevo gobierno asuma con legitimidad en las urnas.