Decenas de empresas de transporte público se organizaron y acataron una paralización que se hizo sentir en las zonas norte, sur y este de Lima, lo que ocasionó que miles de pasajeros no pudieran llegar ayer a sus centros de labores o locales de estudio. El paro representa una protesta de los transportistas contra las extorsiones y los ataques a choferes. La decisión de esta medida de protesta se adoptó el último fin de semana tras el asesinato del conductor Daniel Cedeño, de la empresa Lipetsa.En diversos puntos de Lima, las personas se aglomeraron en los paraderos y pugnaban por abordar buses repletos de pasajeros. Además, zonas bastante concurridas, como Mesa Redonda y el emporio comercial de Gamarra, no tuvieron gran afluencia de público.Si bien se señaló que se trataría de un apagado de motores de los buses, los dirigentes y conductores sacaron las unidades y se desplazaron en caravana por diversas vías de la capital.