Este Congreso está convencido de que los retos de la educación superior se resuelven de un plumazo. Ha aprobado la creación de universidades públicas sin ningún sustento técnico y ha mantenido una obsesiva insistencia por multiplicarlas, a tal punto que de concretarse todas sus iniciativas, nuestro país pasaría de tener 50 universidades estatales a casi nueve veces más (un incremento de 852%).En la práctica, estos proyectos de ley se han convertido en escaparates de campaña, en volantes políticos disfrazados de buenas intenciones.(Edición domingo).