PAGAMOS LAS CONSECUENCIAS POR LA FALTA DE UNA CULTURA PARA PREVENIR DESASTRES
29 de enero de 2007

Es positivo que el Ejecutivo dicte medidas para atender a los damnificados por los desastres ocurridos en San Ramón, Chanchamayo. Sin embargo, causa preocupación la falta de políticas de largo aliento para terminar con la letanía de tragedias que cada año enluta al Perú.¿Hasta cuándo nos contentaremos con actuar después de que el desastre se produjo? Solo entonces, las entidades responsables aparecen en escena y repiten una y otra vez lo que debió hacerse y no se hizo. Seguimos incumpliendo las políticas de desarrollo sostenible y de gestión ambiental establecidas en el Acuerdo Nacional. ¿No nos damos cuenta de que el país ahorraría dinero --y sobre todo muertes inocentes- si invirtiera en la prevención, ante los efectos que generan los desastres naturales?Como señalan los expertos, el Perú está expuesto a toda clase de fenómenos naturales, en cierta medida inevitables. Pero lo que sí puede evitarse son los desastres provocados por la mano del hombre, como la indiscriminada tala de árboles y la ubicación de asentamientos humanos y cultivos en zonas de riesgo, actividades que agravan las tragedias y que nacen de la incapacidad de gestión y de reacción de la autoridad.Es alentador que el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, haya reiterado ayer el compromiso del Estado de solventar la recuperación de la zona de San Ramón y de poner en marcha una política de reforestación en la zona. Queda pendiente la reubicación de las familias en zonas de peligro, tarea que debería ser asumida y exigida a los gobiernos locales y regionales, llamados a planificar y reglamentar el uso del espacio. Igual de necesario es que las instituciones públicas responsables de la conservación del ambiente coordinen esfuerzos entre sí y con las entidades de la sociedad civil que tienen una agenda a favor de la ecología.Mientras no haya una política bien delineada, global y multisectorial, con una dirección centralizada que establezca plazos y sanciones, el país seguirá lamentando los efectos de los desastres naturales y la falta de una cultura de la prevención.