En los últimos años se ha evidenciado en el Perú un hecho que parece tornarse un patrón: personas que acuden a reunirse con congresistas, ministros o directores de entidades estatales terminan favorecidas, tiempo después, con contratos u órdenes de servicio en el Estado.De acuerdo con información a la que accedió Correo, un nuevo caso de esta práctica ha tenido como escenario el Programa Nacional de Telecomunicaciones (Pronatel), entidad adscrita al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).Su director ejecutivo, Alain Dongo Quintana, amigo cercano de la presidenta Dina Boluarte, recibió en su oficina a Susan Alissa Durand Paz, joven que días después acabó beneficiada con una orden de servicios por 33 mil soles en dicha institución.Dongo Quintana no es un nombre nuevo para los medios de comunicación, pues en abril de 2024 tuvo que renunciar a ser funcionario de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) luego de que se revelara que al menos cinco servidoras públicas lo denunciaron por hostigamiento sexual.