La esposa del expresidente Toledo y ex primera dama, Eliane Karp, es requerida por la justicia peruana por el Caso Ecoteva desde hace ocho años. Concretamente, pesa sobre ella una orden de prisión preventiva por 18 meses. Pero mientras su esposo consiguió ser extraditado de Estados Unidos en el contexto del juicio por las coimas que probadamente cobró de Odebrecht mientras ocupaba la presidencia, ella evitó que algo semejante le ocurriera viajando a Israel, país que no permite la extradición de sus nacionales. Ubicada allí recientemente por Willax TV, la señora Karp ha brindado declaraciones en las que descarta volver al Perú con motivos absurdos. O, para ser más precisos, con pretextos. Primero, alega que ella no es prófuga porque no se ha fugado "de nada ni de nadie". Pero la verdad es que la condición de prófugo no es algo que se establezca necesariamente a partir de un escape o algo parecido: se verifica a partir de cualquier sustracción permanente de la acción de la justicia. Y ese sí que es su caso.