PARACAS : LA INVERSIÓN NO SE OPONE A LA CONSERVACIÓN
29 de diciembre de 2004

El mundo sigue conmovido por la terrible tragedia asiática, donde un maremoto azotó varios países y causó un saldo mortal que aumenta conforme pasan las horas. Hasta ayer se calculaba en aproximadamente 68 mil los fallecidos.Son, pues, urgentes y atendibles los llamados a la solidaridad internacional para socorrer a los sobrevivientes, y generosas las respuestas de varias naciones y organismos internacionales. Dada la magnitud del siniestro, las necesidades son realmente vastas para ayudar a los damnificados, aterrorizados por las amenazas de réplicas y las epidemias.Ahora, al tiempo de expresar nuestra solidaridad debemos también sacar lecciones de esta tragedia. Según los expertos, el Perú está ubicado en otro sistema geológico de aquel donde se produjo el maremoto, por lo que no es previsible que pueda afectarnos.Sin embargo, acotan que vivimos en riesgo permanente de sufrir algún tsunami, como el que asoló el Callao en 1746, por lo que urge poner énfasis en la prevención.Tienen que diseñarse programas para enseñar a los estudiantes y ciudadanos cómo actuar en casos de desastres, lo que no se limita solo a simulacros sino también a formar brigadas de defensa y auxilio. Asimismo, aprovechando la tecnología, hay que reforzar nuestros vínculos con el sistema internacional de alerta de tsunamis para poder actuar a tiempo y evitar más muertes y daños.