Roque Benavides, presidente del directorio de Compañía de Minas Buenaventura, recordó que entre 1969 y 1993 la minería peruana atravesó una parálisis total: no se desarrolló un solo proyecto debido a la estatización y a la ausencia de condiciones para invertir. A su juicio, ese periodo dejó una lección clara: sin reglas estables ni institucionalidad no hay crecimiento posible. Aunque Buenaventura sobrevivió a ese entorno adverso y luego marcó un hito al listarse en la Bolsa de Nueva York, Benavides advirtió que el país no debe repetir errores. Hoy, la conflictividad social y la tramitología amenazan con frenar proyectos estratégicos, lo que refuerza la necesidad de un marco previsible que permita atraer inversiones.