Cuando el 12 de abril del próximo año 27 millones de peruanos estemos llamados a acudir a las urnas, el recuerdo de las elecciones generales del 2021 será inevitable. Para algunos, vendrá con la desazón de las promesas incumplidas y la decepción. Para otros, con la frustración de haber transitado por un gobierno y Congreso tan incapaces por cinco años, con corrupción y golpe de Estado de por medio. Pero todos, a saber, están insatisfechos con lo que sucedió entonces. Eso explica en buena cuenta que, de acuerdo con la última encuesta de Datum Internacional publicada ayer en El Comercio, solo el 8% de los ciudadanos exprese confianza en la política, se sienta representado y anuncie que votará. El resto mantiene una relación de desconfianza, escepticismo, distanciamiento o simple rechazo a la política nacional. Tres de cada cuatro sienten vergüenza de los partidos, y los sentimientos más generalizados frente a la situación política son molestia, cólera, tristeza y pena. Seis de cada siete desconfían de los actuales candidatos.