La llegada oficial de Chevron al Perú representa una enorme oportunidad para el sector energético en el país. El último miércoles se firmó en Palacio de Gobierno la modificación de los contratos de exploración y explotación de hidrocarburos en los lotes Z-61, Z-62 y Z-63, ubicados en la Cuenca de Trujillo, frente a las costas de La Libertad y Lambayeque. Esta es una noticia que nos devuelve la esperanza de incrementar notablemente la producción de crudo en el Perú.La inversión que realizará Chevron no apuesta solo por la exploración de hidrocarburos en el norte del país, también ofrece una señal de confianza empresarial en el potencial geológico peruano. Chevron es una de las petroleras más grandes del mundo y ha concretado su ingreso mediante un acuerdo con Anadarko Perú Limited, adquiriendo una participación del 35%. El acuerdo ha cumplido con todas las aprobaciones regulatorias requeridas.Este tipo de inversión es justamente lo que nuestro país necesita: capital extranjero con experiencia técnica, capacidad de gestión y visión de largo plazo. Estamos ante la posibilidad de incrementar la producción de crudo, aliviar la balanza energética, aumentar el empleo formal y bien remunerado y fortalecer la infraestructura logística del país. Además, un proyecto de tal envergadura, que podría producir diariamente entre 100,000 y 150,000 barriles de petróleo, generaría un incremento en los ingresos a las arcas del Estado y debería ser utilizado para reducir los déficits en salud, educación e infraestructura.En ese sector, a pesar de las advertencias de los expertos, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte ha continuado financiando a la quebrada Petroperú, hecho que lleva costándole al Estado peruano más de 8,300 millones de dólares.