La cancelación de los servicios ferroviarios entre Ollantaytambo y Machu Picchu ha dejado varados a cientos de personas en Aguas Calientes, a causa de protestas y paralizaciones. Frente a esta situación, más de 1.300 turistas nacionales y extranjeros fueron evacuados en trenes humanitarios. El conflicto comenzó el 5 de setiembre, cuando concluyó el contrato de la empresa Consettur, que durante tres décadas tuvo la exclusividad del transporte en la ruta Hiram Bingham (entre Aguas Calientes y el santuario de Machu Picchu).La ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León, pidió que cesen las actitudes violentas. Estimó que el impacto económico negativo que estos bloqueos vienen generando es de S/2 millones diarios a nivel de la región en general, "perjudicando a más de 31.000 empresas que operan en el Cusco y que comprenden negocios de hospedaje, restaurantes, guiado turístico y de artesanía".