Han pasado 18 años desde que millones de peruanos celebramos la designación de Machu Picchu como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno. Hoy, ese mismo santuario enfrenta la real posibilidad de perder tan preciado título, y la responsabilidad recae sobre quienes han convertido la gestión de nuestro patrimonio más valioso en un espectáculo de negligencia. La organización New7Wonders ha emitido una severa advertencia: la ciudadela incaica podría ser retirada de la prestigiosa lista por no cumplir con los estándares internacionales de preservación y gestión. Las razones son alarmantes: alta presión turística sin gestión sostenible, incremento desmedido de precios, riesgo al patrimonio histórico, prácticas irregulares en venta de boletos, problemas de transporte terrestre y limitaciones en políticas de conservación.